viernes, 8 de febrero de 2013

El polémico AK-47

Dedico mi primera entrada sobre las armas de fuego al controvertido AK-47 y su familia, también conocidos como los kalashnikov, entre los que se encuentran el AKM (la versión más extendida), el AK-74, el 101,102,103,104,105 y un sinfín de configuraciones fruto de la copia, adaptación y mejoras a gusto del consumidor.
                           


En cuanto al nombre, se debe al siberiano Mijail T. Kalashnikov, un carrista suboficial de la antigua URSS y además el diseñador de este artefacto endemoniado. AK significa Automat Kalashnikova, y 47 se refiere a 1947, año en que comenzó su producción. En algunos países latinoamericanos tengo entendido que se le llama "cuerno de chivo", supongo que por su morfología y quizá por su tableteo tan característico.
Su concepción es un caso especial, dado que es un arma diseñada por militares y para militares. Esto puede parecer información irrelevante, pero es curioso que de un tiempo a esta parte, las armas que más han durado a lo largo de los años han sido justamente diseñadas por aquéllos que habían vivido un combate en sus carnes, y no sólo por un grupo de especialistas y expertos que únicamente manejan sus creaciones en campos e tiro y entrenamientos simulados. No quiero decir con esto que no haga falta preparación y teoría a la hora de acometer empresas de creación armamentística, sino que se debe profundizar al máximo para obtener el mejor rendimiento: hay que conocer qué se está construyendo.
Si a los datos técnicos nos remitimos, el diseño original está diseñado para disparar el potentísimo cartucho 7.62x39 mm, aunque los más modernos están recamarados para aceptar el 5.45x39.5 o el 5.56x45 tan usado en los países miembros de la OTAN. Cuenta con un sistema de disparo tanto automático como semiautomático accionado por toma de gases convencional, además de un cerrojo con dos tetones que bloquean el arma antes del disparo. La longitud total del arma es de 869 mm, con 414 mm de cañón y 4 estrías con un giro cada 235 mm. El peso descargado es de 4.3 kg, permitiendo cargadores de 5, 30 y 40 cartuchos que pueden ser disparados a una velocidad máxima de 600 por minuto.
Aquí figuran los tres cartuchos mencionados anteriormente.
Se colige rápidamente porqué el 7.62 es más poderoso y el 5.56
posee una mayor penetración en el objetivo.

A la luz de estos datos, cualquiera que sepa de qué habla en cuestiones de balística sacará ciertas conclusiones, las cuales me dispongo a enumerar para los neófitos. El 7.62x39  es un cartucho dotado de una inmensa potencia con un poder de parada descomunal, capaz de causar heridas considerablemente más graves que el 5.56x45 (cartucho empleado en el M-16 estuadounidense y sus derivados), pero sacrifica velocidad y poder de penetración, a la vez que al 7.62 se le asocia una menor precisión.  
La longitud del AK no difiere mucho con respecto a otros fusiles de asalto modernos, pero la longitud del cañón sí, siendo el del AK unos 10 cm más corto que los occidentales , lo que representa una desviación de alrededor del 20%, es decir, el cañón del fusil es más corto de lo normal, restándole precisión al disparo. Además, las estrías del interior del ánima también se encuentran en menor número y más espaciadas a lo largo del cañón, contribuyendo negativamente a la precisión del arma, ya que estas estrías dirigen el giro de la bala en su recorrido por el cañón para que no se desvíe drásticamente cuando lo abandone.
El AK-103, de configuración más moderna, pero que mantiene las
características básicas de su mítico antecesor.

Si hacemos un pequeño corolario de todo lo dicho hasta ahora, comprobamos que tenemos poderosas razones para creer que es un arma poco precisa, que además dispara un cartucho de baja velocidad (comparado con los estándares) con una cadencia de tiro subnormal, por lo tanto discurre un mayor tiempo entre disparo y disparo con un gran retroceso. Todas estas características derivan en una pérdida de precisión muy considerable, dado que la reelevación del arma producida por el retroceso es decisiva a la hora de disparar una ráfaga. 
En cuanto a elementos externos, considero que el pistolete y la culata tienen dimensiones ridículas, ya que éstas deberían ser más grandes para proporcionar un control más sencillo sobre el arma. La culata no se adapta con facilidad al hombro, y al ser tan pequeño, cada disparo hace una gran presión sobre éste, entumeciéndolo rápidamente. En cuanto al pistolete, el agarre con guantes se hace un tanto cómico, ya que unas manos grandes lo rebasan con facilidad, impidiendo un correcto agarre que, de nuevo, tiene efectos negativos sobre el disparo. 
El cargador es muy grande y adolece de una pronunciada curvatura, lo que favorece los enganches y limita los movimientos en espacios cerrados, algo crucial durante el asalto a una posición.
Hasta ahora todo son contras, entonces ¿por qué ha sido el fusil que más años ha estado en activo? ¿Por qué algunos de los soldados estadounidenses que combatieron en Vietnam desechaban sus M-16 en favor del AK?
La respuesta es sencilla: la fiabilidad y el coste. Los combates modernos con armas portátiles discurren a menos de 70 metros, por lo que la falta de precisión prácticamente ni se nota. Su caja de mecanismos puede soportar el más duro trato, funcionando después de ser introducido en agua, rebozado en barro o arena fina del desierto que machacaría cualquier otro dispositivo, e incluso después de llevar una eternidad sin mantenimiento o limpieza alguna en condiciones de extrema suciedad.  Es un diseño tan acertado que puede disparar munición para la cual la cámara no está acondicionada, aunque es una acción que daña el cañón irremediablemente, tiene una gran utilidad si te encuentras bajo fuego y sólo puedes echar mano de las reservas del soldado enemigo caído emplazado cerca de ti.
Miembros de la familia Kalashnikov con sus respectivas bayonetas, lo
que proporciona una ligera idea de su letalidad en el cuerpo a cuerpo.

El gran poder de parada del 7.62 y en menor escala, el del 5.45 es muy útil en combates cerrados donde si no dejas al enemigo en el sitio de un sólo disparo, lo más probable es que te pase con  la bayoneta de parte a parte antes de irse al más allá.
En lo que atañe al factor económico y político, su difusión se debe más a conveniencias de los Soviéticos que a otra cosa, si bien, cabe resaltar que el precio al que se venden estos artefactos es muy bajo en comparación con sus homólogos europeos y americanos, a los que a veces sobrepasan en prestaciones.
Su robustez, fiabilidad y sencillez de manejo lo hacen ideal para guerrilleros y milicias con poco o ningún adiestramiento, siendo capaz de soportar el más duro trato sin inmutarse y manteniendo su letalidad. En cambio, tiradores con mayor experiencia señalarán fallos que implican una modificación seria del conjunto, pero obviamente, no se puede mantener contento a todo el mundo.
En esta figura se muestra una RPK-74, es decir, una modificación
de la variante AK-74 reconvertida a ametralladora media de apoyo.

Como resumen, me gustaría recalcar que se trata de una excelente munición, con un inmejorable cajón de mecanismos, encerrado en una mala carcasa, que únicamente destaca por su resistencia, pero carece de todo lo demás. En cuanto a las odiosas comparaciones que tanto nos encantan, diré que ni el M-16 es mejor que el AK-47 ni viceversa, ya que en esa ecuación que estamos planteando faltan muchos parámetros por determinar, y no me atrevería a escoger una sola herramienta si no conozco el artefacto que tengo que reparar.


El Marqués de las Doce y Media ofrece un adiós, si les place; y si no, también.

2 comentarios:

  1. 1.https://www.youtube.com/watch?v=DX73uXs3xGU 2.https://www.youtube.com/watch?v=YAneTFiz5WU

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  2. https://www.youtube.com/watch?v=synlZgnTnXg

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