viernes, 6 de junio de 2014

Tipos de blindajes. Blindajes mecánicos. Introducción



Retomo el hilo de nuevo después de tanto tiempo con un tema que muchos desconocen: blindajes.
La gran mayoría de los interesados en temas bélicos van de cabeza a informarse sobre armas y capacidades ofensivas, desconociendo las ventajas y desventajas de las protecciones, que son tan o más importantes que las propias armas. Vamos a hacer una somera clasificación del tipo de blindaje en función de la amenaza correspondiente:



 BLINDAJE CONTRA OFENSAS MECÁNICAS:

Un martillo de lucerna, con una capacidad de penetración inigualable por muchas armas de la época.



1. Blindaje contra impacto perforante. El impacto perforante es en mi opinión el más peligroso, ya que requiere menos potencia por unidad de superficie para hacer su cometido. Este el el tipo de ataque que se suele conseguir con estoques, dagas de misericordia, munición AP (Armour Piercing), etc. Es decir, se buscan instrumentos de poca superficie de sección, con una punta muy acusada y lo más importante: de materiales DUROS y lo menos frágiles posible. Atención, que son duros, no tenaces; esto es, que sean capaces de erosionar otros materiales sin resultar ellos mismos deformados. Por eso los proyectiles perforantes de fusil o ametralladora llevan núcleos de acero o wolframio y los de los carros de combate son aleaciones de wolframio o uranio empobrecido. Alguno se habrá fijado en que estos materiales además de ser duros son densos, esto es conveniente, ya que a mayor masa del arma más le cuesta perder velocidad y más difícil es desviarlo de su trayectoria.
 Pero sin duda alguna los materiales duros por excelencia son las cerámicas y materiales pétreos. Una hoja de obsidiana presenta un filo superior a cualquier bisturí de acero, entonces, ¿por qué no usarlo como arma? Porque son extremadamente frágiles e imposibles de reparar. Por eso a nadie nunca le dio por construir una espada de piedra maciza.
A lo largo de la historia se han probado diversas configuraciones y materiales ante impactos perforantes, pero siempre ha habido una carrera por conseguir el mejor material en forma de chapa: primero madera densa, bronce, hierro, acero... Así hasta las aleaciones y cerámicas "tenaces" modernas. Pero parece que la solución siempre estuvo en poner el material más duro-tenaz-ligero en forma de placa. Las configuraciones que se desviaban del concepto de placa sólida y homogénea (cota de malla, de escamas, blindaje reactivo, etc) resultaron poco eficaces frente a este tipo de ataques.


Fibra de aramida, comercializada por Du Pont bajo el nombre de Kevlar.


2. Blindajes contra corte. El defenderse contra cortes siempre fue lo más sencillo, basta un trozo fino de madera, una chapita de metal o un trozo de cuero hervido o curtido para detener un corte. Las fibras sintéticas modernas de aramida (Kevlar, entre otras) ofrecen una protección excepcional frente a cortes de armas metálicas, además de una densidad mínima y una gran flexibilidad. Pero, ¿han probado a pasarle una hoja cerámica a un tejido de aramida? Lo corta como papel. 
Otro problema es que el corte no suele venir solo, lo acompaña casi siempre el magnífico señor tajo. Prueben a darle un hachazo a un chaleco antibalas a ver como lo dejan. Les aseguro que se llevan una sorpresa.


Cota de malla remachada en tejido de 4x1. Excelente protección en general.

3. Blindajes contra tajos. El tajo es más peligroso, ya que es como una perforación pero a lo largo de una línea. Un tajo puede deberse a una espada, un hacha o metralla. La diferencia es que el tajo producido por un hacha es infinitamente más peligroso que el de la metralla, y más difícil protegerse de él.
Para la defensa contra tajos, en relación movilidad-peso-protección la cota de malla supera a muchas configuraciones modernas, pero es demasiado pesada para su uso en la actualidad. Hoy en día, prácticamente no se producen ataques de gran poder de este tipo, por lo que no es necesario protegerse frente a ellos.
 El problema del tajo es que también suele ir acompañado, en este caso de un golpe, y este es el último tipo de factor contra el que blindarse: el propio impacto.
Blindajes de cerámica (carburo de silicio)  para evitar la perforación en chalecos antibala.

4. Blindaje ante impactos. Nada más simple que un golpe. Un puñetazo, un estacazo, un golpe con una maza o una bala deformable detenida. Todos estos tipos de ataque tienen el mismo tipo de poder ofensivo. Los tejidos flexibles (cota de malla, aramidas) no defienden frente a ellos. Aunque sean capaces de evitar la penetración, la energía remanente es capaz de astillar huesos o producir derrames internos letales.
Si probamos con placas de materiales tenaces (acero en su mayoría), el grosor (o peso) necesario para que armas especializadas no lo vulneren es prohibitivo. Una placa metálica sobre el cuerpo limpio, aunque no se abolle ante el impacto, es inútil. La placa transmite muy bien las vibraciones, lo único que conseguimos es que nuestra carísima e impenetrable armadura amplifique el soberano guarrazo. 
Antiguamente, el impacto se detenía con materiales disipativos como cuero, lana, algodón, etc, en conjunto con placas de metales tenaces. Aunque un poderoso martillo de guerra podía hendir dicha protección, no resulta tan sencillo y por mucho tiempo fue la mejor opción. Hoy en día se utilizan placas cerámicas "de sacrificio" para neutralizar los grandes impactos cinéticos y dejar que el acero, aluminio o aramidas posteriores detengan los fragmentos de cerámica y los restos del proyectil.
Otro tipo menos convencional de "impacto" son las ondas de choque que se pueden producir en una explosión. Una onda de choque puede transmitirse por el blindaje (en general, cuanto más rígido y elástico lo transmite mejor), desconchando el interior del blindaje y arrojando fragmentos al interior. En el caso de que fueran protecciones blandas, como un traje de artificiero, las ondas generan picos de presión y descompresión, que revientan el cuerpo humano por dentro, produciendo shocks letales.

Normalmente ninguno de estos agentes ofensivos se presenta aislado. Un tajo suele conllevar corte e impacto, una perforación detenida conlleva un enorme impacto y una explosión además de la onda de choque dispersa metralla, por dar algunos ejemplos.
En posteriores entradas me detendré en cada uno de estos ataques y cómo defenderse de ellos. También habrá que comentar otros tipos de ataques y sus blindajes correspondientes como pueden ser ataques con fuego, radiación, y otros tipos de ataques que hemos ido desarrollando a lo largo de los siglos que llevamos aquí.


El Marqués de las Doce y Media ofrece un adiós si les place; y si no, también.